VIDA

Tu que fuiste conmigo inclemente,

vigilante de mis pasos día y noche,

por ti muchas cosas hay pendientes,

de las que tengo mi propio reproche.

Los principios y las reglas que me diste,

los amores que por ellas me prohibiste

y me dejaron una huella indeleble,

hasta el día en que rompí mis paradigmas.

Hasta hoy que me siento liberado,

tus prejuicios y tus normas ya no cuentan,

ya ando libre con el alma enamorada,

para entregarme en amor a quien me quiera.

Ya no busco en el cielo la quimera,

ni le temo al infierno si me ardiera,

solo busco con amor a quien me quiera

y enfrentar a quien reclame sus favores.

Por que fuiste conmigo inclemente

y mi mente llenaste de prejuicios,

es que hoy quiero cobrar lo que me debes

y amar a quien me plazca sin prejuicio.

Vida, pudimos ser amigos de a de veras

y tener mil aventuras que contarte,

sin embargo, hoy solo vengo a reprocharte

y a decirte que quité de mi vida tus barreras.

¡Ámame!

¡Ámame mujer hasta la muerte,
ámame como si no hubiera ya mañana,
como si el cielo acaso no existiera,
y el infierno estuviera consumido!

¡Ámame de tal manera!
Que nuestro amor sea tan grande,
que el universo no pueda contenernos,
pero ámame así, sin límite ninguno,
como he aprendido a amarte yo.

Fundamos nuestro amor en uno solo,
haciendo de nuestros cuerpos solo uno
y vivamos nuestro amor de tal manera,
que si uno de los dos, acaso no existiera,
el otro por amor lo habría inventado.

¡Ámame amor ámame siempre,
que de ti yo he vivido enamorado
y por mucho que sientas que me amas,
nunca será tamaño sentimiento,
como el amor que tu me has inspirado!

ALEJANDRO

Tu Silencio ( Soneto blanco)

Tu silencio me tiene en el olvido,

mas tus ojos me gritan inclementes,

que me acerque aunque nunca digas nada,

que adivine en tus labios las palabras.

Silencio que me quema las entrañas,

cuando siento ya mi esperanza rota,

este amor mío que aprisiona el alma,

al tiempo que bebo mi propio llanto.

El grito de tus ojos adivino,

y el silencio en tus labios me derrota,

yo siento que ya todo está perdido.

Si me amaras, tus ojos y tu boca,

gritaran al unísono te quiero,

causándole a mi alma gran revuelo.