La cama
Estática, quieta, indiferente,
testigo mudo de mil cosas,
cómplice al fin de francachelas,
que nunca duermes por las noches,
y de día semejas a un lirón.
Eres mi amiga y compañera,
dulce y callada si te place,
o ruin y escandalosa si prefieres,
irrumpiendo el silencio de la noche,
no puedo abandonarte aunque quisiera,
porque eres para mi ya indispensable.
A pesar que eres inerte llevas vida,
las palabras de amor que has escuchado,
los susurros y gemidos en mis noches
y tantas cosas de las que has sido testigo,
eres la cama que siempre fue mi amiga.
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