¿Quien dijo que amarte es pecado?
¿Quien que hubiera amado como yo
le importara llegar a condenarse?
Si él, que tanto nos amó
nos dio el mandato,
de amarnos los unos a los otros,
y no puso condiciones.
Ya lo dije amor,
que por uno solo de tus besos
doy mi vida,
y por poseer tu cuerpo amor,
cambio la gloria.
Si un plato de lentejas vale un reino,
besar tus labios, acariciar tu cuerpo,
tener tu amor y poseerte,
también amor valen la gloria.
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