Lágrimas en mi vida han habido,
tantas como estrellas en el cielo
por muy diversas razones.
Unas fueron por tristezas,
otras más por desamor,
las más veces por alegrías,
pero las más emotivas sin duda
han sido lágrimas de emoción.
Lágrimas, al asistir un nacimiento,
al cerrar los ojos a un difunto,
o al decir a un amor adiós,
pero las mejores lágrimas,
que han vertido mis ojos,
han sido ante una madre indigente
que quiso besar mi mano,
diciéndome dulcemente…
¡Gracias señor doctor!
tantas como estrellas en el cielo
por muy diversas razones.
Unas fueron por tristezas,
otras más por desamor,
las más veces por alegrías,
pero las más emotivas sin duda
han sido lágrimas de emoción.
Lágrimas, al asistir un nacimiento,
al cerrar los ojos a un difunto,
o al decir a un amor adiós,
pero las mejores lágrimas,
que han vertido mis ojos,
han sido ante una madre indigente
que quiso besar mi mano,
diciéndome dulcemente…
¡Gracias señor doctor!
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