Atisbo desde el umbral de mi ventana,
la calle, que en esta noche está desierta,
mis viejas ilusiones, ahora muertas
y mi alma vaga como una cortesana.
Los transeúntes, a su casa se han marchado
pues la lluvia pertinaz que no se marcha,
en un rato con el frío será escarcha,
y el paisaje lo tendremos remojado.
Igual que mi corazón, que está contrito,
que el frío ya se ha metido entre mis huesos,
purgando quizás mi pléyade de excesos
y después viajar por siempre al infinito.
Esta lluvia pertinaz que no se acaba,
que lacera, que tirita y que me mata;
en un rato más la vida me arrebata,
mientras parezca que yo solo soñaba.
la calle, que en esta noche está desierta,
mis viejas ilusiones, ahora muertas
y mi alma vaga como una cortesana.
Los transeúntes, a su casa se han marchado
pues la lluvia pertinaz que no se marcha,
en un rato con el frío será escarcha,
y el paisaje lo tendremos remojado.
Igual que mi corazón, que está contrito,
que el frío ya se ha metido entre mis huesos,
purgando quizás mi pléyade de excesos
y después viajar por siempre al infinito.
Esta lluvia pertinaz que no se acaba,
que lacera, que tirita y que me mata;
en un rato más la vida me arrebata,
mientras parezca que yo solo soñaba.
1 comentario:
Preciosos versos, como nos tienes acostumbrados.
Quiero desearte un Feliz Año Nuevo.
Que todos tus deseos se cumplan, y tus días estén llenos de felicidad.
Muchos besos,amigo mío.
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