Esa luz que ilumina mi alborada,
que emerge con el sol y está candente,
se apaga con el día macilante
abandonando a mi alma enamorada.
Esa luz que ya en mi alma está marcada,
como también está, tu amor ausente,
yo que quise creer - pobre inocente-
más de tu amor por mi no queda nada.
Esa luz que llegó a mi en la alborada
y consumió en instantes tu presencia,
dejando mi alma triste y desolada
porque hoy, que ya no tengo tu querencia
y la luz que brillaba está apagada,
te dejaré mujer mi indiferencia.
que emerge con el sol y está candente,
se apaga con el día macilante
abandonando a mi alma enamorada.
Esa luz que ya en mi alma está marcada,
como también está, tu amor ausente,
yo que quise creer - pobre inocente-
más de tu amor por mi no queda nada.
Esa luz que llegó a mi en la alborada
y consumió en instantes tu presencia,
dejando mi alma triste y desolada
porque hoy, que ya no tengo tu querencia
y la luz que brillaba está apagada,
te dejaré mujer mi indiferencia.
1 comentario:
Bello soneto,amigo.
Un poco triste el contenido, pero yo sé que tú renaces como el ave fenix.
Muchos besos.
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