Tu Ausencia

Han pasado los meses que suman ya varios años
y no he empezado siquiera, a elaborar mi duelo,
lo tengo encapsulado en un rincón de mi pecho,
ahí lo tengo guardado, esperándome al acecho.

Fue larga tu despedida, como todos tus encargos,
unos eran reales otros, solo fantasías,
que duro ver cada día madre, como te consumías,
y cuando menos pensamos, fue cuando partiste.

Ese silencio vasto y ese dolor sin nombre,
ese vacío intangible y esa lágrima que no corre,
ese llanto reprimido y el silencio de mi mente,
todo lo tengo guardado, pues no acepto aún tu muerte.

Hoy que paso a recordarte, siento una rabia tremenda,
por lo que llevo guardado y nunca te diste cuenta,
que si bien fui reservado, mi amor por ti era inmenso,
y si guardé las palabras, hoy tengo arrepentimiento.

Porque la vida te debo y todos mis sentimientos,
por los valores que tengo y tu me pusiste dentro,
porque todo lo que soy, ha sido por tu sustento,
por eso pido perdón, por no decir lo que siento.

¡Te amo madre y te extraño!

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